La escolarización

La escolarización
Para el curso 2013-2014 tocaba ir al cole, ya tocaba empezar una nueva etapa. Esta nueva etapa como padres la vivimos con emoción y temor, nuestro pequeño había dejado de ser bebé e iba a empezar a vivir una nueva etapa igual que todos los niños de su edad, pero por otro lado en nuestros corazones había una pizca de temor porque nosotros todavía veíamos a Sebastián como un bebé.

Después de escoger el colegio con la ayuda de los profesionales de Atención Temprana, tocaba matricular el niño. El día que fui a echar la matricula, mi cuerpo estaba invadido por el nerviosismo, sentí como un gran vacío se apoderaba de mis adentros, y las ganas de llorar me estaban abrazando con fuerza al darme cuenta que mi bebé había crecido. Ese verano se me pasó en un abrir y cerrar de ojos, y cuando me vine a dar cuenta era septiembre. Antes de empezar el curso fue la primera reunión con su maestra. No recuerdo nada de lo que me diría, porque yo era incapaz de prestarle atención solo la miraba y la analizaba mientras pensaba en qué trato le iba a dar a mi pequeño. La vi una mujer sonriente y cariñosa en sus gestos y su forma de hablar y me pareció que mi hijo iba a estar en buenas manos, pero, mi hijo no iba a tardar en llevarla al borde de la desesperación con tanto llanto. A pesar de los esfuerzos que hacía su maestra eso era un caos, porque, no se pueden dejar a 25 niños para atender a uno solo, ni se pueden atender a 25 cuando uno no puede dejar de llorar.
El curso parecía eterno, y el llanto de mi pequeño no cesaba, nuestra angustia era cada vez mayor y mis emociones al límite. Emociones tan al límite que si había algún incidente con Sebastian en el cole (que lo hubo) antes de preguntar cómo había sucedido ya me salían las lágrimas, y la voz se me hacía cada vez más pequeña. Antes de acabar el cole se hizo una valoración de la evolución de Sebastian de ese curso y se me propone un cambio de cole, puesto que esta modalidad de escolarización (aula ordinaria) no era lo que Sebastián necesita. Quiero decir que un profesional siempre aconseja, pero, la decisión siempre es libre y le corresponde sólo y únicamente a los padres, con respecto al tipo de escolarización que quieren para sus hijos.
Entonces basándome en los consejos del equipo de orientación, opté por el cambio de colegio y probamos en el Aula Abierta. El Aula Abierta es un aula mucho más estructurada y más adecuada a las necesidades de Sebastian. En un grupo reducido de alumnos, todos con dificultad, con apoyo y permanentemente atendidos y acompañados, el cambio fue un gran acierto.
En el primer curso en el aula abierta lloró bastante, hasta en ocasiones contagiaba a los demás compañeros con su llanto, pero, poco a poco su nivel de ansiedad bajó y eso le permitió empezar a asimilar información y aprender aunque su ritmo era muy lento, pero, la poca información que se le quedaba la asimilaba con éxito.
Yo creo que ser maestro es misión de gente noble y con muchos valores, que dedican su vida a enseñar a los niños a soñar, a volar, a querer, a respectar, a ayudar y a ser CAPAZ.
En el Aula Abierta hemos trabajado con muchos maestros armados de valores y cualidades, pero cada uno único en su estilo de enseñar y su forma de ser. Todos y cada uno de ellos han marcado nuestras vidas de alguna manera. En los últimos dos años Sebastián ha crecido y no solo físicamente, también ha crecido a nivel madurativo y emocional, y el cole ha jugado un papel muy importante en este aspecto. Sebastián está aprendiendo junto a gente muy preparada y con mucha experiencia, paciencia y con mucho amor en sus corazones, ese amor verdadero, que no es otra cosa que el deseo de ayudar a estos niños para que aprendan y que sean quien son. Al día de hoy se me hace muy difícil tener que describir a cada uno de sus maestros porque cada uno de ellos tiene un lugar en nuestros corazones y en nuestras vidas, por todo lo que nos enseñan, por todos los consejos y por todo el trabajo que hacen con estos niños, porque ese trabajo está reflejado en su comportamiento en su día a día y en sus nuevas y buenas costumbres.
Hoy quiero darles las gracias a todos y cada uno de esos ángeles de la guarda por formar parte de nuestras vidas. A unos por habernos enseñado en el pasado, a otros por formarnos y querernos, y a otros darles las gracias porque no los olvidaremos nunca.
También con un especial cariño quiero agradecerle su trato, su cariño, su dulzura y su bondad a su auxiliar técnico educativo (AT) Ana María Giménez
Y con tristeza porque este próximo curso no estará, pero, siempre formara parte de nuestras vidas, a su maestra de pedagogía terapéutica (PT) Vicky Tomas que es un pilar muy importante en el aprendizaje de Sebastian.
Muchos pensaran que este artículo está hecho para elogiar y regalar palabras bonitas a los maestros, pero, no es así en absoluto, es solo una muestra de gratitud. Ante la adversidad y las características de este trastorno existe la necesidad de encontrarte personas así. Y si no fuera porque Sebastián tiene TEA jamás hubiera conocido este tipo de gente, y por eso quiero darle valor a su labor.
GRACIAS queridos maestros por guiar nuestros pasos, por vuestra dedicación y por enseñar y encaminar a nuestros pequeños.

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2 Comentarios

  • Que foto más bonita y cuánto cariño se ve,y en la vida se debe agradecer cuando encuentras personas que te ayuden y te apoyen en esos momentos,que grande eres

  • Que foto más bonita y cuánto cariño se ve,y en la vida se debe agradecer cuando encuentras personas que te ayuden y te apoyen en esos momentos,que grande eres

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